Maria Jesus Viera Jimenez
Maria Jesus Viera Jimenez

Terapia cognitivo-conductal

 
En qué
consiste

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La TCC se basa en la idea de que lo que sentimos no depende de lo que nos sucede si no de cómo lo interpretamos. Un mismo hecho puede tener distintas percepciones e interpretaciones mentales en función de la persona que lo experimenta. La cadena explicativa sería:

Situación-pensamiento-emoción-conducta

Esto es, ante un hecho determinado yo pienso o interpreto ese acontecimiento, y esta interpretación me despierta una emoción o sentimiento. En función de cómo me sienta voy actuar y condicionará mi conducta.  

Es fundamental el papel de los pensamientos que generemos acerca de lo que nos sucede en nuestra vida vida diaria, para desencadenar determinados sentimientos y en consecuencia manifestarse en la conducta que emitamos. 
Por ejemplo, si tengo una cita con alguien y se retrasa, puedo pensar que "falta de seriedad", "no respeta mi tiempo",etc. lo que me lleva a senitr enfado, hostilidad, y probablemente provoque mi marcha. Por el contrario si interpreto que su retraso se puede deber a un atasco de tráfico, provocará sentimientos de empatia-comprensión, y actuaré quedando a la espera en el lugar con paciencia y tolerancia. 

En muchas ocasiones cotidianas los pensamientos poseen un peso muy importante en la manera en cómo nos sentimos. Si no poseemos una evidencia clara del hecho, evitar hacer interpretaciones catastrofistas, negativas y fatalistas (distorsiones cognitivas), nos evitarán  emociones conflictivas/negativas, y a su vez nos beneficiarán en comportamientos adaptativos a los contratiempos de vida.

Tomar conciencia de los errores de pensamiento/distorsiones cognitivas, es el primer paso para evitar caer en patrones de conducta desadaptativos. El criterio de evidencia y objetividad en el hecho que llevamos a interpretación es crucial en la TCC. Debemos contrastar la veracidad de la situación que nos provoca esa reacción en cadena (A-B-C) pensamiento-emoción-conducta. En ocasiones, si la intensidad de una emoción es descontrolada y desbordante, puede indicar la posibilidad de un esquema de pensamiento erróneo, el cual debemos contrastar.Los pensamientos racionales ante un hecho negativo, nos ayudan a controlar la intensidad o el desbordamiento emocional, es decir evitar esa sensación de pérdida de control. Las emociones que despierta un pensamiento racional son más manejables y controlables.
La utilidad de nuestra manera de pensar es otro criterio de la TCC. Plantearnos si nuestros esquemas mentales nos ayudan a sentirnos bien, alcanzar nuestros logros, así como a manejar nuestras dificultades vitales. 
El lenguaje formal "no es inocente", la forma en la nos expresamos, cómo nos hablamos determina en nuestra forma de sentir y actuar. Las polaridades (todo-nada), los extremos(nunca-siempre), las generalizaciones, la magnificación o minimización, la autoinculpación, "los debería" vs. "me gustaría"...hacen referencia a las distintas distorsiones cognitivas a modificar.
Las distorsiones cognitivas o errores de pensamiento  son comunes a todas las personas, representan un problema cuando generan malestar intenso. Aquí se hace necesario intervenir modificando los mismos a través de una reestructuración cognitiva.  

En las primeras sesiones, el psicólogo determinará si el caso del paciente se adecua al tratamiento enfocado en la Psicología Cognitiva-Conductual. En ese caso, se dará inicio al tratamiento, que no tiene una estimación exacta y puede durar de pocos meses a postergarse durante años. El proceso cognitivo se desarrolla, principalmente, a través de tres principios técnicos y terapéutico básicos:

Empirismo colaborativo: el profesional y el paciente están al mismo nivel. La terapia se desarrolla en un contexto de tú a tú. El psicólogo presenta una actitud activa a la aceptación, la empatía y la autenticidad.

Descubrimiento guiado: relación particular entre el profesional y el paciente donde la consecuencia de preguntas del primero lleva a una serie de respuestas del segundo. La acumulación de este proceso lleva al paciente a descubrir el concepto o idea perseguido.

Diálogo socrático: demostración lógica a la que se llega a través del diálogo entre dos interlocutores. El profesional lidera la discusión y el paciente admite o rechaza aquello que se le expone, activando su reflexión y llegando a su propia conclusión.

La TCC le puede ayudar a cambiar la forma cómo piensa ("cognitivo") y cómo actúa("conductual") y estos cambios le pueden ayudar a sentirse mejor. A diferencia de algunas de las otras "terapias habladas", la TCC se centra en problemas y dificultades del "aquí y ahora". En lugar de centrarse en las causas de su angustia o síntomas en el pasado, busca maneras de mejorar su estado anímico ahora.

Se ha demostrado que es útil tratando:

Ansiedad
Depresión
Pánico
Agorafobia y otras fobias
Fobia social
Bulimia
Trastorno obsesivo compulsivo
Trastorno de estrés postraumático
Esquizofrenia

¿Cómo funciona?

La TCC le puede ayudar a entender problemas complejos desglosándolos en partes más pequeñas. Esto le ayuda a ver cómo estas partes están conectadas entre sí y cómo le afectan. Estas partes pueden ser una situación, un problema, un hecho o situación difícil.

De ella pueden derivarse:

Pensamientos
Emociones
Sensaciones físicas
Comportamientos

Cada una de estas áreas puede afectar a las demás. Sus pensamientos sobre un problema pueden afectar a cómo se siente física y emocionalmente. También puede alterar su conducta.
En la TCC cuando se ven las partes de la secuencia con claridad, puede cambiarlas y así cambiar la forma cómo se siente. La TCC tiene por objeto que llegue a un punto donde pueda "hacerlo usted mismo" y elaborar sus propias maneras de afrontar estos problemas.

Las sesiones de la TCC

La TCC se puede hacer individualmente o en grupo.

La terapia

Con el terapeuta, dividirá cada problema en partes. Para facilitar este proceso, su terapeuta puede pedirle que lleve un diario. Esto le ayudará a identificar sus patrones de pensamientos, emociones, sensaciones corporales y comportamientos. Juntos estudiarán sus pensamientos, sentimientos y comportamientos para determinar si no son realistas o son perjudiciales, cómo se afectan entre sí y cómo le afectan a usted. El terapeuta entonces le ayudará a determinar cómo cambiar los pensamientos y comportamientos perjudiciales.
Es fácil hablar de hacer algo, lo difícil es hacerlo realidad. Así que, después de haber identificado lo que puede cambiar, su terapeuta le “pondrá deberes” para practicar estos cambios en su vida diaria.
Dependiendo de la situación, usted podría comenzar a:
Cuestionar un pensamiento autocrítico que le hace ponerse triste y reemplazarlo con otro positivo (y más realista) que ha aprendido en la TCC.
Reconocer que está a punto de hacer algo que le hará sentir peor y, en su lugar, hacer algo más positivo.

En cada sesión se discute cómo le ha ido desde la última. Su terapeuta le puede ayudar con sugerencias si algunas de las tareas le parecen demasiado duras o si por el contrario le ayudan.
No se le pedirá que haga cosas que no quiera hacer: usted decide el ritmo del tratamiento y lo que va a intentar o no. Lo mejor de la TCC es que puede continuar practicando y desarrollando las técnicas que ha aprendido, incluso cuando las sesiones han terminado. Esto hace menos probable que sus síntomas o problemas vuelvan.

Efectividad de la TCC

Es uno de los tratamientos más eficaces para trastornos donde la ansiedad o la depresión es el principal problema. Es la forma más eficaz de tratamiento psicológico para casos moderados y graves de depresión.

La TCC no es para todo el mundo y otro tipo de “terapia hablada” puede funcionar mejor para usted.
La TCC es tan eficaz como los antidepresivos para muchas formas de depresión.
Puede ser ligeramente más eficaz que los antidepresivos en el tratamiento de la ansiedad.
Para la depresión severa, la TCC debe utilizarse con fármacos antidepresivos. Cuando se está muy deprimido/a, puede resultar difícil cambiar la forma en cómo pensamos hasta que los antidepresivos hayan comenzado a hacer que uno/a se sienta mejor.
Los tranquilizantes no deben utilizarse como tratamiento a largo plazo de la ansiedad.
La TCC es mejor que los tranquilizantes a largo plazo.

Posibles problemas con la TCC

Si usted se siente deprimido y tiene dificultad para concentrarse, al principio puede ser difícil cogerle el truco a la TCC o, en realidad, a cualquier psicoterapia. Esto puede hacer que usted se sienta decepcionado o abrumado. Un buen terapeuta será aquel que imprima un buen ritmo a sus sesiones para poder hacer frente a la tarea que tenemos entre manos. A veces puede resultar difícil hablar de sentimientos de depresión, ansiedad, vergüenza o enfado.

Recaída de los síntomas

Siempre existe el riesgo de que la ansiedad o la depresión vuelvan. Si lo hacen, las técnicas que ha aprendido con la TCC deberían hacer más fácil controlarlas. Por lo tanto, es importante mantener la práctica de estas técnicas, incluso después de que usted se sienta mejor. Hay algunos estudios que sugieren que la TCC puede ser mejor que los antidepresivos en la prevención de la recurrencia de la depresión. Si es necesario, puede recibir "sesiones de actualización".

Impacto de la TCC 

La depresión y la ansiedad son desagradables. Pueden afectar seriamente a su capacidad para trabajar y disfrutar de la vida. La TCC le puede ayudar a controlar los síntomas. Es poco probable que tenga un efecto negativo en su vida, aparte del tiempo que tiene que invertir en ella.

  
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